Hace unos meses, hice el estudio de su padre Juan Carlos I, en el que veíamos en su rostro, cómo era su inconsciente, que nos hablaba de laxitud en sus comportamientos y de ambiciones materiales desmedidas.
Voy a estudiar el rostro (su inconsciente) del Rey Felipe I, para que todos sepamos, cómo es y, lo que podemos prever de él.
Tengo que anticipar que yo no soy monárquico, porque nadie en este mundo debería venir con ningún privilegio,
Anticiparles también, que la Psicología Facial es un conocimiento, que, cuando se estudia concienzudamente y se practica con ética, estamos ante una metodología capaz de interpretar lo más íntimo y recóndito del inconsciente de cada uno los seres humanos, y si se utilizase bien, no habría un mundo corrupto, en el que por supuesto, mandan las estructuras morfológicas que reflejan la psicopatía-codicia.
Este conocimiento ya lo utilizamos para ayudar a los jóvenes a elegir estudios y profesiones donde serán más competitivos y por lo tanto más felices, en la reorientación profesional, en detectar la causa de la mayoría de psicopatologías que son estructurales, y cómo abordarlas para superarlas, en selección de personal, en mediación y configuración de equipos complementarios de alto rendimiento.
Una vez dicho esto, paso a describir que nos dice el rostro de Felipe VI:
La foto que presento de frente, está tomada de abajo arriba, por lo que no nos sirve para evaluar bien las zonas en altura, pero si para otros aspectos, en cambio, la de perfil es más precisa para este fin y otros.
Morfología:
Una primera deducción global de este rostro nos informa de aceptable equilibrio, rigor y sufrimiento.
El rostro es suficientemente ancho y tónico, por lo que ya podemos hacer una primera deducción de que es una persona con un buen caudal energético y suficientemente activado, por lo que es trabajador, y como la nariz es suficientemente larga, le aporta algo de paciencia en sus relaciones, su retracción frontal (surco de la frente y ojos protegidos) le aporta introspección, criterios personales, prudencia, y su mentón presente nos informa de deseo de afirmación y perseverancia en lo emprendido.
En su inteligencia coexiste la abstracta y la concreta a un aceptable nivel, piensa, calcula, y ejecuta con aceptable nivel. Las capacidades de planificación y organización están a un buen nivel.
Si bien la zona media y la baja en anchura y altura, son un poco las predominantes (zona media de necesidades afectivas-sentimientos, y la zona baja, zona de los instintos con necesidades materiales y sexuales), lo que podría llevarnos a deducir que sus necesidades en lo material y sexual son notables, tiene un Super Yo muy censor, y no le permite esas liberalidades (frente un poco mas pequeña que la emocional y la instintiva, profundo surco, sienes apretadas, ojos con un buen tono, un poco pequeños y protegidos, cejas pilosas y nariz casi recta) dándole mucho rigor en sus funciones y obligaciones, pero a la vez le dan poca flexibilidad a sus ideas, no obstante, en él hay un aceptable, sentido de la justicia-equidad.
Tampoco es un hombre gastador, ya que en él hay mesura en este aspecto.
Sus fuertes arrugas nos hablan de procesos de duelo inacabado, de sufrimiento existencial, de que el mundo no es como a él le gustaría, seguro que el comportamiento poco ético de su padre con su madre (ya que se observa un mayor apego a la madre que al padre), y con la desmesurada ambición por el dinero también de su padre, le han hecho mella y ahí le han dejado su sello.
Dos recomendaciones: Una. – Que trabaje para que sea más expresivo verbalmente en sus sentimientos, y trabaje la comunicación proempática. Dos. – Observando que su sistema inmunológico es algo frágil, debería llevar una vida alimentaria sana, y dormir suficiente, si quiere ser longevo.